FEMI llevó planteos y preocupaciones a la Comisión Especial de seguimiento Covid del Senado
El pasado martes 27 de abril el Comité Ejecutivo de la Federación Médica del Interior fue recibido por la Comisión Especial de seguimiento de la Emergencia Sanitaria causada por el Covid.
La delegación estuvo encabezada por la presidenta, Dra. Patricia Nava, y los Dres. Daniel Ayala, Gustavo Alonso y Daniel Strozzi.
En líneas generales, el Ejecutivo realizó primero un balance de lo actuado hasta el momento en el Uruguay y en los países que han experimentado mejores resultados de gestión de la pandemia, recalcando siempre que desde el colectivo «entendemos que es necesario reducir más la movilidad, sin que eso signifique cuarentena obligatoria, toque de queda ni estado policíaco».
FEMI enfatizó que el país atraviesa el peor momento de la pandemia con más de 1.400 muertos solamente en abril, un promedio de más de 50 muertos día, sobrecarga y saturación de todos los niveles de atención y un desgaste físico y emocional notorio en los equipos.
«Hoy tenemos un horizonte de luz con la vacunación funcionando a buen ritmo y con buenas perspectivas, en el medio de la “tormenta perfecta” a favor de la COVID 19», sostuvo el Dr. Ayala.
Una vez más se reiteró que en lo que refiere a planteos, la guía de los médicos del interior son las recomendaciones del GACH, que en esta fase 4 de transmisión comunitaria prevén medidas de mayor restricción de movilidad que las implementadas hasta ahora.
«La clave es disminuir el número de casos. Sabemos que la inmunización es el camino de salida, pero creemos que algo más deberíamos hacer mientras esperamos la tan ansiada inmunidad de rebaño para evitar la muerte de otros tantos miles de uruguayos», agregó el floridense Ayala.
La situación de absoluta sobrecarga en el primer nivel de atención por no haber previsto un protocolo de actuación a distancia durante más de un año, pese a que la propia FEMI presentó un proyecto de reforma en mayo de 2020, fue advertido por el Dr. Strozzi, que agregó además que FEMI junto a las sociedades científicas estandarizó un protocolo que entregó a ASSE y que fue rápidamente puesto en práctica.
La delegación también advirtió de algunas situaciones que particularmente ameritan atención, como la situación en Cerro Largo de 502 pacientes de ASSE con diagnóstico de Covid positivo sin seguimiento, ni siquiera telefónico, por parte de un médico, o el riesgo ante la cercanía de la zafra de caña en Artigas, que implica la llegada en masa de miles de trabajadores brasileños a un sector que en este momento atraviesa focos y contagios preocupantes.
La situación en el segundo nivel de atención, también gravemente afectado, fue presentada por el Dr. Alonso. Pacientes que deberían estar en CTI y no lo están, carencia y falta de redistribución de los recursos humanos, así como la situación de que el país vive «dos realidades paralelas», dijo.
«El estrés y la angustia que se vive dentro de los centros de salud, es absolutamente contrapuesto a los niveles de movilidad y despreocupación, juntadas y esparcimiento de la población», explicó Alonso, quién además ejemplificó la «sobrecarga» con su propio ejemplo: «Tuve Covid y desde que me recuperé he trabajado 27 días de corrido, sin descanso. Este es mi rato libre, por ejemplo. Estamos dejando todo; dejando la vida», expresó conmovido.
Finalmente, la presidenta Nava concluyó expresando a los senadores de todos los partidos que «desde FEMI tenemos una gran preocupación por el mensaje que indirectamente está llegando a la población. Interpretamos un énfasis en la necesidad de demostrar que se está haciendo todo lo que se puede y que los desbordes o colapsos no son tales, como si se tratara de no perder. Y en esa lucha por las preocupaciones no sanitarias los esfuerzos por mostrar públicamente que está todo o casi todo controlado, enumerando camas, ambulancias, call center, vacunatorios y vacunados, testeos y más, es a nuestro juicio, contraproducente. Esa falsa sensación de control que constantemente se emite hacia la población dinamita la percepción de riesgo y ese es, a nuestro entender, uno de los puntos más flacos de la gestión de la pandemia en el Uruguay actualmente», sostuvo.