«Los hombres geniales empiezan grandes obras. Los hombres trabajadores las terminan.»

Leonardo da Vinci.

Ítalo fue y será un hombre genial, de esa madera especial de un gran líder, visionario, adelantado a su tiempo, uno de los gestores de la Federación, de la FEMI grande, sin miedos, con sueños y desafíos, con la templanza para dar el rumbo a las grandes ideas. Militante incansable con un gran oído para escuchar y con la sabiduría de ser escuchado.

Para el no existieron imposibles, siempre atento a lo gremial, a lo asistencial, pero con la óptica de un hombre del interior, defensor de la medicina de tierra adentro, de ese medico que, sin los avances de la actual tecnología, peleaba por la salud de la gente del interior.

Unió el interior y Montevideo con la compra del Sanatorio Americano.

Fortaleció en cada uno de los departamentos de nuestro querido Uruguay la presencia asistencial y gremial de la Federación con infraestructura asistencial, con sanatorios pero también con gremios dinámicos, consientes de que el objetivo era mejorar las condiciones laborales y salariales de los médicos.

Y cuando hace años su salud le jugo una mala pasada, siempre siguió vinculado por un lado integrando el Comité de Ética del Sanatorio Americano y desde las redes con su Me Gusta o con un comentario acompaño las diferentes actividades de la Federación

Es muy difícil escribir en estos momentos, cuando los sentimientos, los recuerdos, las anécdotas forman una ecuación muy especial.

Nos deja un gran legado y una muy importante responsabilidad y mayor desafío , de que estos 53 años de siembra, no hayan sido en vano, de que debemos seguir fortaleciendo a nuestro Gremio de los médicos del interior.

MUCHAS GRACIAS ITALO Y HASTA SIEMPRE COMPAÑERO!

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Categorías: FEMI Noticias