Este miércoles 29 de julio, el director de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación, Arq. William Rey, estuvo reunido con una delegación de FEMI integrada por el Dr. Osvaldo Bianchi y el Dr. Diego García, con el objetivo de coordinar acciones de cara a la próxima Semana del Patrimonio 2020, a celebrase la primera semana de octubre, y que bajo el lema “Medicina y salud, bienestar a preservar”, rendirá homenaje al médico Manuel Quintela.
Además de los aspectos organizativos de cara a los homenajes que cada institución llevará a cabo en recuerdo de Quintela y de la posibilidad de realizar actividades de manera coordinada, FEMI informó que realizará, además, homenaje al Dr. Francisco Soca, primer médico uruguayo.
En el encuentro también estuvieron presentes el Dr. Gustavo Grecco en representación del Sindicato Médico del Uruguay, la Dra. Graciela Ubach en representación del Hospital de Clínicas, una delegación de ASSE, de la Facultad de Medicina y de la Academia Nacional de Medicina.
El planteo de FEMI fue celebrado por todos los participantes e incluso quedó planteada la posibilidad de coordinar esfuerzos junto al Ministerio de Educación y Cultura y la Intendencia de Treinta y Tres para el cierre del ciclo de homenajes en la capital olimareña.
Sobre el Dr. Francisco Soca
Fue el primer médico uruguayo recibido en el país y el primero médico latinoamericano en ser aceptado por la Academia de Medicina de Paris
Es una de las figuras de mayor relevancia dentro de la medicina nacional, médico, docente, investigador y político.
Nació en Santo Tomás de Aquino, lugar conocido en la actualidad como Soca, en honor a este ilustre descendiente de canarios.
En 1883 se graduó como médico cirujano con la presentación de la tesis «Historia de un caso de ataxia». Luego viajó becado para estudiar en la Facultad de Medicina de París, donde reinició sus estudios de medicina. Permaneció allí los cinco años que le llevó completar sus estudios.
Fue precursor en el estudio de la cardiopatología. Como investigador realizó valiosos aportes a la medicina. En sus numerosas publicaciones abordó temas como la laringitis estridulosa, la taquicardia histérica secundaria, el sueño prolongado en los tumores de la hipófisis, el síndrome de Charcot-Marie, el poliadenoma de estómago, la insuficiencia suprarrenal, el eritema nudoso, las relaciones del asma con la tuberculosis, la fiebre histérica, el tratamiento del vértigo de Meniere, la angina de pecho, la hemiplejia dolorosa, las dispepsias cardíacas y las máscaras gástricas del cólico hepático.
Dos de sus trabajos más destacados son: «Los soplos inorgánicos de la punta del corazón en el niño» y «La enfermedad de Friedrich». El último, que presentó para culminar su doctorado en París en 1888, se transformó en la piedra angular del conocimiento de esta afección.
En Uruguay ejerció su profesión en diversos ámbitos, desempeñándose como profesor de Patología Médica de la Facultad de Medicina de Montevideo, como médico del Hospital Vilardebó, creó la Clínica de Niños en la fue catedrático y ocupó ese mismo cargo en las salas Argerich y San José de la Clínica Médica del Hospital Maciel.
Participó muy activamente en la esfera política uruguaya ocupando relevantes cargos. Fue diputado, senador, consejero de Estado, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente y vicepresidente de la República. Integró el Consejo de la Asistencia Pública Nacional, la Comisión Financiera del Puerto de Montevideo y fue Rector de la Universidad.
La Agrupación Médica de Pando, integrante de FEMI, lleva su nombre.